5 problemas con la tecnología en las aulas

El argumento principal para la tecnología en el aula es que los estudiantes emergentes deberían poder aplicar los conceptos del aula a la vida diaria, y una gran parte de la vida diaria gira en torno a la tecnología.

Los estudiantes de hoy en día son aptos para usar tecnología, y herramientas como computadoras portátiles, teléfonos inteligentes y tabletas ya son una segunda naturaleza para ellos. Sacar la tecnología de la ecuación de aprendizaje sería alienar una parte integral de las habilidades de los estudiantes.

Del mismo modo, incluso si el estudiante aún no conoce la tecnología, esa es una razón aún más para abrazar la habilidad. Comprender la tecnología es cada vez más importante en el lugar de trabajo y otras áreas; competir con sus compañeros en el siglo XXI simplemente requiere la necesidad de delicadeza tecnológica. Pero las innovaciones digitales también pueden ser una fuente de problemas para las escuelas.

1. Ritmo de cambio y costo

No todas las escuelas pueden mantenerse al día con la tecnología que cambia rápidamente.

La actualización del equipo a menudo es costosa y las escuelas pueden no tener la mano de obra para manejar el equipo. La mayoría de las aulas contienen al menos veinte estudiantes, que pueden ocupar una gran cantidad de ancho de banda de Internet en el caso de que todos deben acceder a su computadora portátil o tableta a la vez. Del mismo modo, las nuevas contrataciones pueden ser necesarias para enseñar a los estudiantes cómo usar los medios digitales más nuevos, otro gasto adicional para la escuela.

Esto podría ser tan complejo como la necesidad de un personal de TI para resolver posibles problemas técnicos en el sistema para contratar maestros que comprendan varios programas en lugar de maestros que son algo menos expertos en tecnología. Si se requiere que un estudiante haga la tarea usando la tableta, es posible que sus padres no puedan ayudarlo con cualquier pregunta que puedan tener si no están familiarizados con el software o el equipo.

2. Dinámicas sociales diferentes.

La tecnología agrega complejidad a todo: apoyo, enseñanza, aprendizaje, presupuestos, etc. Es intrínsecamente “displicente”.

Tomemos, por ejemplo, la dinámica social adicional de la tecnología moderna. La privacidad, la huella y la ciudadanía digital son tan importantes como el contenido que se aprende y cómo se mide el aprendizaje. Incluso enfoques completamente nuevos como eLearning no ofrecen los mismos beneficios sociales de una escuela regular. Sin un aula donde los estudiantes puedan formar amistades y relaciones con sus compañeros, es posible que no aprendan las mismas señales sociales que los estudiantes regulares. Sin tiempo real cara a cara con su maestro, pueden tomar las clases con menos seriedad.

3. Distracción

Muchos maestros creen que los teléfonos inteligentes y las tabletas, con conectividad a Internet y servicios de mensajes de texto, pueden ser simplemente una fuente de distracción para los estudiantes en lugar de una herramienta de aprendizaje.

Puede ser difícil para un maestro monitorear a sus alumnos tan de cerca en clase que determinar si están utilizando aplicaciones educativas en sus tabletas o navegando en Facebook. El maestro debe decidir si usar o no la navegación filtrada en los dispositivos para reducir las distracciones, lo que podría no ser una opción si el niño posee el dispositivo.

4. Falta de alineación entre tecnología, currículo e instrucción.

También hay discrepancias en cuanto a la cantidad de tecnología de muletas que puede ser para un estudiante. Las escuelas debatieron una vez si debían permitirse ciertos tipos de calculadoras en clase, ya que esencialmente resolvieron los problemas para los estudiantes que tenían dificultades con las matemáticas. Lo mismo puede ser cierto para las aplicaciones que brindan respuestas rápidas y accesibles para problemas en los que un estudiante debería estar pensando en mayor profundidad. (Nota del editor: este también es un tema de diseño de instrucción que un argumento en contra de la tecnología, pero subraya la necesidad de un diseño de instrucción revisado a la luz de la tecnología).

5. Falta de claridad sobre el propósito de la ‘escuela’

El artículo del New York Times “En el aula del futuro, puntajes estancados”, analiza una escuela en el distrito escolar de Kyrene que ha implementado completamente la tecnología en el aula. Desde 2005, la escuela ha invertido alrededor de $ 33 millones en tecnología, a la par de un voto aprobatorio. Los niños usan computadoras portátiles y tabletas para su trabajo e integran cosas como grupos de Facebook en proyectos regulares. Desafortunadamente, la escuela también sufre de bajos puntajes en los exámenes estandarizados. (Nota del editor: desafortunadamente, parece completamente plausible que los puntajes de las pruebas y el aprendizaje real no estén tan atados como nos gustaría).

Si bien los puntajes de los exámenes estatales han aumentado, el Distrito Escolar de Kyrene permanece estancado frente a toda su innovación. Los maestros se preocupan de que, si bien la tecnología se involucra en un nivel creativo, los estudiantes pueden estar perdiendo conceptos básicos como las matemáticas y el lenguaje. Otros defensores de la tecnología señalan que los puntajes de las pruebas estandarizadas pueden no ser el mejor indicador de la inteligencia y creatividad de los estudiantes. Otros aún razonan que no hay razón para gastar millones de dólares en impuestos bien ganados en un sistema antes de saber si es sinceramente útil para el crecimiento educativo.

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