La diversidad está presente en la sociedad, cada persona posee atributos, fortalezas, características evolutivas, identidades sexuales, intereses académicos-profesionales, expectativas y proyectos de vida distintos. Se encuentra en distintas facetas de la vida humana, como la diversidad cultural, étnica, racial, ideológica, física, religiosa, genética, ética, moral, sexual, intelectual, jurídica, espiritual, educativa, musical, política, lingüística, de género, preferencia sexual, en fin, siempre presente para evidenciar que su respeto es fundamental para la convivencia humana.(Arnaiz, 2005). 

Así mismo, es trascendente reconocer la diversidad en el ámbito educativo, y más aún en las escuelas y el aula, dado que la comunidad educativa también manifiesta distintos modos de pensamiento, distintas formas de aprender y diversos estilos de enseñanza con la finalidad de lograr los propósitos educativos. Sin embargo, las desigualdades, la inequidad y la homogeneización emergen en las escuelas provocando un trato privilegiado para algunas/algunos y desfavorecedor para otras/otros