1. Antes de cerrar el trimestre: prioriza lo esencial

En educación básica, es común sentir que “faltó tiempo para todo”. Por eso, la clave en diciembre no es
abarcar más, sino identificar qué es verdaderamente prioritario de acuerdo con los programas de estudio
vigentes y los acuerdos de tu colectivo docente.

Checklist de priorización curricular

• Revisa los aprendizajes esperados trabajados en el periodo y marca los que consideres indispensables.
• Identifica qué contenidos se pueden reforzar en enero sin afectar el proceso de tu grupo.
• Señala a tu alumnado con rezago más marcado para planear apoyos focalizados en el siguiente bimestre.
• Anota brevemente en tu cuaderno o planificador: “Lo que sí logramos como grupo” y “Lo que necesita más tiempo”.
• Si formas parte de un colectivo escolar, alinea tus criterios con los acuerdos del Consejo Técnico Escolar.
• Evita agregar actividades nuevas que generen estrés si no aportan directamente al logro de los aprendizajes clave.

2. Evidencias claras para una evaluación justa

La evaluación en educación básica busca ser formativa y continua. Diciembre es el momento de ordenar lo que
ya tienes, no de “inventar” evidencias de último minuto. Lo importante es que las evidencias reflejen el
proceso real de tus estudiantes.

Checklist de evidencias por alumno

• Verifica que de cada estudiante tengas al menos dos o tres evidencias significativas por campo formativo o asignatura.
• Incluye distintos tipos de evidencias: cuadernos, producciones escritas, proyectos, observaciones de participación, trabajos en equipo.
• Registra observaciones breves sobre actitudes, participación y trabajo colaborativo, aunque no sean materiales físicos.
• Contrasta tus evidencias con los aprendizajes esperados: ¿qué muestran con claridad? ¿qué aspectos faltan por observar?
• Detecta a quienes requieren acompañamiento adicional y anótalo para comentarlo con madres, padres o tutores.

Organiza tus registros sin complicarte

• Destina una sesión corta para clasificar por lista de alumnos lo que ya está hecho.
• Utiliza un código sencillo (por ejemplo: C = completo, EP = en proceso, R = requiere apoyo) para marcar tus listas.
• Asegúrate de que lo asentado en tus listas concuerde con las calificaciones o valoraciones que registrarás.
• Escribe una nota global del grupo: fortalezas, retos y acuerdos que quieras retomar en enero.

3. Bienestar docente: cerrar el año con salud emocional

El cierre de año suele venir con festivales, actividades especiales, informes y trámites. Es fácil que el
cansancio se convierta en irritabilidad o sensación de fracaso. Cuidarte no es egoísmo: es una condición para
seguir acompañando a tu alumnado con calidad y humanidad.

Checklist de autocuidado realista

• Define dos tareas prioritarias por día de diciembre escolar y permite que lo demás avance poco a poco.
• Haz pausas breves durante la jornada: respira profundo, estira el cuerpo y toma agua.
• Comparte con colegas cómo te sientes; el apoyo entre pares reduce el estrés y la sensación de soledad.
• Pon límites claros a la carga extra: aprende a decir “ahora no puedo, lo agendamos para otra fecha” cuando sea viable.
• Reconoce por escrito tus logros del año: lo que aprendiste, lo que mejoraste y las situaciones difíciles que lograste enfrentar.
• Planea al menos una actividad fuera de la escuela que disfrutes y te ayude a desconectarte.

4. Cierre con tu grupo: rituales que dejan huella

Más allá de los festivales, diciembre es una oportunidad para fortalecer el vínculo con tu grupo y cerrar el
periodo con sentido. Un buen cierre ayuda a las y los estudiantes a reconocer sus avances y a prepararse
emocionalmente para el siguiente ciclo de trabajo.

Checklist para un cierre significativo

• Realiza con el grupo una actividad de reflexión: ¿qué fue lo más difícil?, ¿qué fue lo más valioso?
• Pide a cada estudiante que identifique un logro personal y un propósito para el próximo periodo.
• Ofrece retroalimentación breve y respetuosa, destacando fortalezas y oportunidades de mejora.
• Organiza una dinámica sencilla de reconocimiento mutuo entre compañeros (por ejemplo: “gracias por…”).
• Crea, junto con tu grupo, uno o dos acuerdos para retomar en enero (convivencia, cuidado del aula, trabajo colaborativo).
• Despide el año escolar con un mensaje claro de confianza: “Seguiremos aprendiendo juntos a nuestro ritmo”.

5. Planear enero sin agobio

Dejar algunos elementos listos antes de salir de vacaciones reduce el estrés del regreso. No se trata de
tener todo detallado, sino de contar con una ruta clara para retomar el trabajo con calma y enfoque.

Mini checklist para el regreso

• Anota los contenidos que reforzarás en enero y los grupos o estudiantes que requieren mayor apoyo.
• Deja preparado un primer día de clase estructurado: dinámica de reencuentro, repaso ligero, ajuste de acuerdos.
• Planea una actividad diagnóstica breve para identificar cómo regresan tus estudiantes.
• Revisa qué materiales necesitarás (recursos del aula, cuadernos, material concreto) y anótalo para no olvidarlo.
• Incluye desde la planeación pequeños espacios para retomar habilidades socioemocionales y hábitos de estudio.