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Consejo Técnico Escolar de noviembre: agenda breve, acuerdos medibles y seguimiento
El Consejo Técnico Escolar de noviembre es una oportunidad clave para ajustar la ruta de trabajo del ciclo escolar.
Tras las primeras evaluaciones y con más información sobre los grupos, este espacio puede convertirse en un momento
de decisión estratégica: identificar qu\é s\í est\á funcionando, qu\é requiere apoyo adicional y c\ómo organizar al
colectivo para lograr mejores aprendizajes y un ambiente escolar m\ás cuidado.
Este art\ículo ofrece una gu\ía pr\áctica para docentes y directivos de educaci\ón b\ásica en M\éxico, enfocada en tres
ideas centrales: una agenda breve, acuerdos medibles y un seguimiento realista.
\¿Por qu\é noviembre es clave en el Consejo T\écnico Escolar?
El Consejo T\écnico Escolar de noviembre suele ubicarse despu\és de los primeros cortes de evaluaci\ón y antes de que
cierre el a\ño natural. Es un momento estrat\égico porque:
- Ya tienes evidencia concreta de c\ómo aprenden tus estudiantes y cu\áles son sus principales necesidades.
- El colectivo ha probado estrategias de ense\ñanza y convivencia que pueden ajustarse con base en resultados.
- A\ún hay tiempo suficiente en el ciclo escolar para corregir rumbos y consolidar cambios.
- Permite armonizar el trabajo acad\émico con acciones de bienestar socioemocional y gesti\ón escolar.
Pensar el Consejo T\écnico Escolar de noviembre como una “revisi\ón de medio camino” ayuda a evitar reuniones
saturadas y poco efectivas. Se trata de concentrarse en lo esencial y traducir el diagn\óstico en acuerdos concretos.
Dise\ña una agenda breve y enfocada
Una agenda extensa no garantiza mejores resultados. Por el contrario, dedicar tiempo de calidad a pocos temas
prioritarios suele generar acuerdos m\ás claros y compromisos realistas. Para el Consejo T\écnico Escolar de noviembre,
considera una agenda de entre tres y cuatro puntos centrales.
1. Revisi\ón de aprendizajes prioritarios
Parte de la evidencia: evaluaciones diagn\ósticas, registros de observaci\ón, cuadernos, productos de los alumnos,
participaci\ón en clase. Algunas preguntas detonadoras:
- \¿En qu\é contenidos o campos formativos se observan mayores avances?
- \¿Cu\áles son los aprendizajes que muestran rezago o poco dominio?
- \¿Qu\é caracteriza a los grupos que est\án avanzando mejor (pr\ácticas docentes, clima de aula, apoyos)?
El objetivo es elegir de uno a tres aprendizajes o procesos clave que el colectivo decida fortalecer de noviembre
a febrero (por ejemplo, comprensi\ón lectora, resoluci\ón de problemas o participaci\ón oral).
2. Convivencia y bienestar socioemocional
El cierre del a\ño puede traer cansancio, conflictos y desgaste emocional. Incluir un punto espec\ífico sobre
convivencia ayuda a sostener un clima escolar saludable:
- \¿Qu\é situaciones de convivencia se han presentado con mayor frecuencia (disciplina, respeto, inclusi\ón)?
- \¿Qu\é acciones ya se realizan en la escuela para atenderlas?
- \¿Qu\é apoyos adicionales requiere el colectivo (acuerdos de aula, protocolos internos, trabajo con familias)?
3. Organizaci\ón y gesti\ón escolar
El Consejo T\écnico Escolar de noviembre tambi\én permite reorganizar tiempos y recursos:
- Ajuste de horarios de apoyo acad\émico o de acompa\ñamiento a grupos.
- Distribuci\ón de responsabilidades en el colectivo (comisiones, proyectos, seguimientos).
- Planeaci\ón de actividades clave para cierre de a\ño sin descuidar el tiempo efectivo de ense\ñanza.
Mientras m\ás breve y priorizada sea la agenda, m\ás tiempo tendr\án para dialogar, acordar y planear el seguimiento.
Lograr acuerdos claros, medibles y alcanzables
Un buen Consejo T\écnico Escolar no se mide por la cantidad de temas tratados, sino por la calidad de los acuerdos
que genera. Para que los acuerdos sean medibles y realizables, te puede ayudar esta estructura:
- Qu\é: describir la acci\ón concreta que se va a realizar.
- C\ómo: brevemente, la estrategia o forma de trabajo.
- Qui\én: responsable(s) directos.
- Cu\ándo: plazo espec\ífico y realista.
- Con qu\é evidencia: c\ómo sabr\án que se avanz\ó.
Ejemplo de acuerdo poco claro: “Mejorar la lectura en el grupo de 4.\º”.
Versi\ón medible: “De noviembre a febrero, en 4.\º A y 4.\º B se realizar\án al menos dos sesiones semanales
de lectura guiada de 20 minutos. Las docentes registrar\án cada mes el n\úmero de estudiantes que leen en voz alta
un texto breve con fluidez y comprensi\ón b\ásica”.
A nivel de colectivo, se pueden definir de tres a cinco acuerdos prioritarios para el per\ído noviembre–febrero,
y otros acuerdos menores vinculados a cada grupo o grado. Es importante evitar acuerdos gen\éricos que se pierden
con el paso de las semanas.
Seguimiento realista: c\ómo dar continuidad sin sobrecargar al colectivo
El seguimiento no deber\ía convertirse en una carga administrativa extra, sino en una pr\áctica que apoye el trabajo
en el aula. Algunas sugerencias:
1. Indicadores sencillos y observables
Define indicadores breves para cada acuerdo, centrados en lo que sucede con los estudiantes. Por ejemplo:
- N\úmero de estudiantes que participan activamente en lectura en voz alta.
- Frecuencia de situaciones de conflicto en el recreo reportadas por grupo.
- Asistencia promedio por grupo en un periodo determinado.
2. Espacios definidos para revisar avances
Asegura un tiempo breve en los siguientes Consejos T\écnicos Escolares (o en reuniones internas) para preguntar:
- \¿Qu\é acuerdos se cumplieron parcial o totalmente?
- \¿Qu\é obst\áculos surgieron en el camino?
- \¿Qu\é ajustes se necesitan para los pr\óximos meses?
No se trata de “llenar formatos”, sino de generar conversaciones profesionales orientadas a la mejora.
3. Responsables y apoyos mutuos
Asignar responsables no significa trabajar en soledad. Pueden organizarse parejas o equipos de docentes por grado
para acompa\ñarse, compartir materiales y observarse de forma respetuosa. En escuelas multigrado o peque\ñas,
estos apoyos entre pares son especialmente valiosos.
Ajustar la ruta de mejora en preescolar, primaria y secundaria
Cada nivel de educaci\ón b\ásica vive el Consejo T\écnico Escolar de manera distinta, pero hay puntos en com\ún:
- Preescolar: priorizar el juego, el lenguaje oral y las interacciones entre ni\ñas y ni\ños.
Los acuerdos suelen enfocarse en ambientes de aprendizaje, colaboraci\ón con familias y rutinas que favorezcan
la autonom\ía. - Primaria: articular los aprendizajes fundamentales de lectura, escritura y matem\áticas con
proyectos integradores. Es clave armonizar los acuerdos por grado para evitar trabajar “cada quien por su lado”. - Secundaria: coordinar esfuerzos entre asignaturas, evitar la sobrecarga de tareas y cuidar
la convivencia adolescente. Los acuerdos pueden centrarse en proyectos interdisciplinarios, tutor\ía y acompa\ñamiento.
En todos los casos, el sentido del Consejo T\écnico Escolar de noviembre es revisar la ruta, hacer ajustes finos y
reforzar el compromiso del colectivo con el derecho de las y los estudiantes a aprender en condiciones de equidad
y respeto.

