Convivencias decembrinas en escuela y hogar: laicidad, respeto y pertenencia

Contexto y desafíos de las convivencias decembrinas

Las celebraciones de diciembre en México son ricas en expresiones culturales y religiosas, pero también pueden generar tensiones cuando se interpretan como manifestaciones absolutas de una sola tradición. En las escuelas, la intervención pedagógica debe salvaguardar la laicidad del Estado, promover la participación voluntaria de estudiantes y familias, y fortalecer un sentido de pertenencia para alumnado diverso.

La laicidad no implica neutralidad indistinta, sino un compromiso con el reconocimiento de todas las identidades y creencias. Las prácticas escolares deben evitar proselitismo, asegurar igualdad de trato y facilitar espacios seguros para expresar tradiciones propias, sin menoscabar a otras. Este marco es fundamental para docentes de educación básica que trabajan con niñas, niños y adolescentes en etapas sensibles de desarrollo.

Principios pedagógicos para una convivencia inclusiva

• Equidad y diversidad: reconocer múltiples expresiones culturales y religiosas presentes en la comunidad escolar.
• Participación voluntaria: las actividades decembrinas deben ser opcionales y no obligatorias para el alumnado.
• Comunicación clara: explicar el propósito educativo de las actividades y cómo se evaluarán, evitando ambigüedades.
• Transversalidad curricular: integrar valores cívicos y culturales en áreas como Educación Socioemocional, Lenguaje y Comunicación, y Ciencias Sociales.
• Seguridad emocional: prevenir burlas, estigmatización o exclusión en el salón de clases y en la escuela.

Prácticas orientadas a la convivencia laica y respetuosa

Diseño de actividades inclusivas

Planificar proyectos breves que permitan a las y los estudiantes explorar diversas tradiciones de forma voluntaria. Por ejemplo, un «mural de tradiciones» donde cada estudiante aporta un símbolo o breve texto explicativo de su celebración familiar, sin necesidad de identificar creencias específicas frente a la clase.

Espacios de diálogo estructurado

Establecer momentos de escucha activa donde las voces de las familias sean recibidas con respeto. Reglas claras: hablar por turnos, evitar estereotipos y promover preguntas abiertas que fomenten la curiosidad sin ridiculizar a otros.

Prácticas de aula centradas en valores compartidos

Enfoques que resaltan valores como la paz, la solidaridad, la cooperación y la empatía. Estos quehaceres pueden integrarse en proyectos de servicio comunitario sencillo, por ejemplo, acciones de apoyo a personas en situación vulnerable durante la temporada invernal.

Materiales y recursos respetuosos

Utilizar textos, imágenes y actividades que representen diversas identidades culturales y que eviten la ostentación de símbolos religiosos específicos. Priorizar materiales didácticos que inviten a la reflexión crítica y al cuestionamiento respetuoso.

Marco normativo y límites de la intervención educativa

La SEP sostiene principios de laicidad y derechos de las niñas, niños y adolescentes a una educación inclusiva. En este marco, las actividades decembrinas no deben:

• Imponer creencias o prácticas religiosas como obligatorias.
• Dar preferencia explícita a una tradición sobre otras en el currículo o el conjunto de evaluaciones.
• Excluír o señalar a estudiantes por su diversidad religiosa, étnica o cultural.

Como guía práctica, se recomienda documentar las decisiones curriculares, detallar las actividades voluntarias y mantener un registro de adecuaciones necesarias para alumnado con necesidades específicas de aprendizaje o de apoyo emocional.

Estrategias docentes para el día a día

A continuación, medidas que pueden implementarse de inmediato en el aula y la convivencia escolar:

• Iniciar el ciclo con un protocolo de bienvenida inclusivo que invite a compartir tradiciones de forma opcional y respetuosa.
• Perfil de aula centrado en derechos y responsabilidades, enfatizando el tratamiento digno entre pares.
• Rotar roles en proyectos grupales para evitar jerarquías y fomentar la cooperación entre estudiantes con diferentes orígenes.
• Crear acuerdos de convivencia al inicio del ciclo escolar que reafirmen la tolerancia y el cuidado mutuo.
• Ofrecer alternativas de participación para estudiantes que no deseen involucrarse en determinadas actividades culturales o religiosas.

Evaluación y seguimiento

La evaluación debe enfocarse en competencias socioemocionales, comprensión intercultural y capacidad de trabajar de forma colaborativa. Se recomienda:

• Incorporar criterios de evaluación que valoren la empatía, la escucha activa y el respeto a la diversidad.
• Utilizar rúbricas simples para proyectos de convivencia que permitan retroalimentación formativa.
• Realizar evaluaciones formales e informales que tomen en cuenta la opinión de las familias y del alumnado respecto a la experiencia educativa.

Conclusión: una escuela una comunidad más cercana

La temporada decembrina puede convertirse en una oportunidad para consolidar una cultura escolar de laicidad, respeto y pertenencia. Al diseñar prácticas voluntarias, transparentes y centradas en valores universales, las y los docentes fortalecen la cohesión de la comunidad educativa sin excluir identidades diversas. La clave está en escuchar, planificar con claridad y actuar con coherencia entre lo que se enseña y lo que se practica en el día a día.