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Comunicación con familias en temporada de festividades: laicidad, respeto y pertenencia
Dirigido a docentes de educación básica en México que buscan acompañar las festividades escolares cuidando la laicidad, la diversidad y el bienestar de sus comunidades.
La escuela como espacio laico y de encuentro
En México, la educación básica es laica por mandato constitucional y por el marco normativo de la SEP. Esto no significa eliminar las creencias o festividades de las familias, sino garantizar que la escuela sea un espacio donde nadie sea privilegiado o discriminado por su religión, cultura, lengua o forma de celebrar.
Durante las temporadas de festividades (fechas patrias, navidad, año nuevo, día de muertos, fiestas locales, entre otras) la comunicación con las familias se vuelve clave para:
- Evitar malentendidos sobre actividades escolares y su carácter opcional.
- Cuidar que las celebraciones no se conviertan en actos religiosos dentro de la escuela.
- Fortalecer el sentido de pertenencia de todo el alumnado, incluyendo a quienes no comparten las tradiciones mayoritarias.
- Favorecer un clima de respeto y colaboración entre docentes, directivos y familias.
Principios básicos para comunicar en temporada de festividades
Antes de elegir actividades, mensajes o decoraciones, es útil tener claros algunos principios que orienten la comunicación con las familias.
1. Laicidad con enfoque de derechos
La laicidad no es “no hablar” de la diversidad religiosa o cultural, sino abordarla desde una perspectiva de derechos humanos, historia y convivencia democrática. En la comunicación con familias puede expresarse como:
- Aclarar que las actividades escolares tienen fines pedagógicos y culturales, no de culto.
- Evitar oraciones, ritos, símbolos o cantos religiosos en los espacios y tiempos escolares.
- Garantizar que la participación en ciertas actividades culturales no condicione calificaciones ni trato hacia las y los estudiantes.
2. Respeto a la diversidad familiar y cultural
Las familias pueden celebrar de forma distinta o no celebrar ciertas fechas. Una comunicación respetuosa implica:
- No dar por hecho que todo el grupo festeja las mismas tradiciones.
- Evitar mensajes que etiqueten ciertas prácticas como “mejores” o “más correctas”.
- Escuchar y, cuando sea pertinente, adaptar actividades para no excluir a nadie.
3. Sentido de pertenencia para todas y todos
La escuela puede aprovechar las festividades para fortalecer el vínculo de las familias con el plantel. Para ello, la comunicación debe:
- Invitar a participar en actividades que celebren la diversidad del grupo.
- Resaltar valores compartidos como la solidaridad, la empatía, el respeto, la paz.
- Reconocer públicamente las distintas aportaciones de las familias (saberes, recetas, relatos, historias locales, lenguas indígenas, etc.).
Cómo informar a las familias sobre actividades festivas
En cualquier nivel de educación básica (preescolar, primaria o secundaria) es recomendable que la información sea clara, anticipada y con un lenguaje sencillo. Algunos elementos clave son:
Información clara y anticipada
- Comunicar con tiempo: fechas, horarios, propósitos pedagógicos y materiales necesarios.
- Explicar el sentido educativo de la actividad (por ejemplo, rescate de tradiciones, expresión artística, convivencia, reflexión sobre valores).
- Señalar si la participación de familias es presencial, a distancia o mediante colaboración en casa.
Lenguaje incluyente y no religioso
El lenguaje empleado en avisos, carteles o mensajes debe cuidar la laicidad:
- Priorizar expresiones como “actividad cultural”, “tradición popular”, “fiesta escolar”, “convivio de cierre de ciclo”, “actividades de fin de año escolar”.
- Evitar frases que vinculen directamente a la escuela con una religión específica.
- Cuidar que las ilustraciones y decoraciones escolares no promuevan símbolos religiosos concretos.
Enfoque en la participación, no en el consumo
Es importante comunicar que las festividades escolares no son competencias de regalos, adornos o comida. Desde la escuela se puede enfatizar que:
- Lo central son las experiencias de aprendizaje, la convivencia y el trabajo en equipo.
- No es obligatorio ni determinante que las familias aporten recursos económicos.
- Cualquier colaboración puede ser creativa: cuentos, fotografías familiares, tradiciones orales, juegos, música local, refranes, etc.
Diálogo con familias ante creencias y preocupaciones
En temporada de festividades pueden surgir dudas, desacuerdos o inquietudes. Anticipar espacios de diálogo facilita la construcción de acuerdos.
Escucha activa y empatía
Cuando una madre, padre o tutor expresa inconformidad con alguna actividad, es útil:
- Escuchar sin juzgar, dejando que explique sus motivos.
- Reconocer sus preocupaciones (por ejemplo, motivos religiosos, económicos o de seguridad).
- Reafirmar el compromiso de la escuela con la laicidad, el respeto y el interés superior de la niñez.
Flexibilidad razonable
Se pueden buscar alternativas que no rompan con el carácter laico ni la normatividad, pero contemplen las necesidades individuales, tales como:
- Ofrecer a ciertos estudiantes actividades de aprendizaje equivalentes cuando una familia pida que no participe en una dinámica específica.
- Adaptar contenidos o símbolos para que sean culturales y no religiosos.
- Acordar con el colectivo docente y la dirección criterios comunes para casos similares, evitando decisiones aisladas.
Estrategias para fortalecer pertenencia durante las festividades
La comunicación puede ser una herramienta poderosa para que las festividades se vivan como experiencias de inclusión y no de exclusión.
Visibilizar todas las voces
- Invitar a las familias a compartir cómo viven ciertas fechas (o por qué no las celebran), siempre desde el respeto.
- Incorporar en actividades escolares elementos de distintas regiones del país, pueblos originarios y contextos migrantes.
- Promover que el alumnado explique sus tradiciones en primera persona, acompañados por la escuela.
Enfatizar valores compartidos
Aunque las prácticas sean distintas, suele haber valores comunes:
- Solidaridad y apoyo mutuo.
- Cuidado de la comunidad y del entorno.
- Respeto a las personas mayores y a las infancias.
- Búsqueda de paz y bienestar.
La comunicación con familias puede centrar el mensaje en estos valores, reforzando que la escuela acompaña a niñas, niños y adolescentes en su desarrollo integral.
Construir acuerdos compartidos en la comunidad escolar
Más allá de cada festividad, conviene que la escuela cuente con criterios generales acordados en el Consejo Técnico Escolar y socializados con las familias.
- Definir qué tipo de actividades culturales se realizarán durante el ciclo y con qué propósitos formativos.
- Establecer que ninguna actividad tendrá como objetivo profesar o promover una religión.
- Clarificar el carácter voluntario de ciertas participaciones familiares (convivios, aportaciones, presentaciones artísticas).
- Determinar los canales formales de comunicación (cuaderno de recados, cartelera, reuniones breves, asambleas de grupo, plataformas oficiales del plantel).
Cuando estos acuerdos se comunican de forma sencilla y constante, disminuye la posibilidad de conflictos y se fortalece la confianza entre escuela y familias.

