Contenidos de la página
5 de diciembre — Voluntariado escolar: ciudadanía que se aprende haciendo
El 5 de diciembre, Día Internacional de los Voluntarios, es una oportunidad valiosa para que las escuelas de educación básica en México conviertan los contenidos de Formación Cívica y Ética en experiencias reales. Más que una efeméride, puede ser un laboratorio vivo de ciudadanía.
¿Por qué hablar de voluntariado en la escuela básica?
En el marco de los planes y programas de la SEP, la escuela está llamada a formar ciudadanía crítica, empática y participativa. El voluntariado escolar se vuelve una vía concreta para que niñas, niños y adolescentes:
- Aprendan a reconocer necesidades de su entorno inmediato.
- Diseñen pequeñas soluciones en colectivo.
- Ejerciten la corresponsabilidad y la solidaridad.
- Desarrollen habilidades socioemocionales y de convivencia.
Cuando el voluntariado se planifica con sentido pedagógico, deja de ser una “actividad extra” y se transforma en una estrategia de aprendizaje activo que articula saberes de distintas asignaturas.
Voluntariado escolar con sentido pedagógico
Para que el 5 de diciembre no se quede en un acto simbólico aislado, conviene integrarlo en la planeación didáctica. El voluntariado puede abordarse como un proyecto transversal que recupere contenidos de Formación Cívica y Ética, Español, Matemáticas, Ciencias Naturales y Artes, entre otras asignaturas.
Principios clave para el diseño
- Enfoque formativo, no asistencialista: la intención principal es que el alumnado aprenda y desarrolle competencias ciudadanas, no sólo “ayudar”.
- Participación auténtica: niñas, niños y adolescentes deben poder opinar, decidir y evaluar, de acuerdo con su edad.
- Vinculación con el contexto: partir de problemáticas reales del aula, la escuela o la comunidad.
- Inclusión y equidad: proponer acciones que no excluyan por condición económica, género, discapacidad o contexto familiar.
Ideas de proyectos de voluntariado para el 5 de diciembre
A continuación se proponen ejemplos adaptables a preescolar, primaria y secundaria. Pueden desarrollarse en una semana temática, un mes de proyecto o como eje durante un periodo más amplio.
1. Cuidar la escuela y el entorno inmediato
Objetivo: fortalecer la responsabilidad compartida sobre los espacios comunes.
- Jornadas de limpieza y orden del salón, biblioteca, patio o huerto escolar.
- Brigadas de cuidado de áreas verdes: riego, recolección de basura, separación de residuos.
- Elaboración de carteles y mensajes orales para promover el cuidado del plantel.
Este tipo de acciones puede vincularse con contenidos de Ciencias Naturales, Educación Socioemocional y Artes (diseño de carteles, murales o letreros creativos).
2. Voluntariado lector
Objetivo: promover el gusto por la lectura y fortalecer habilidades lingüísticas.
- Alumnado de grados mayores leyendo cuentos o relatos a los más pequeños.
- Círculos de lectura voluntarios en recreos o tiempos breves de la jornada.
- Producción de pequeñas antologías de textos leídos en voz alta dentro de la escuela.
Además de reforzar Español, este proyecto fortalece la autoestima de quienes leen y la escucha activa de quienes participan como público.
3. Acciones solidarias dentro de la comunidad escolar
Objetivo: fomentar la empatía y la cooperación entre pares.
- “Brigadas de apoyo académico” entre compañeras y compañeros para ayudar a quienes presentan rezagos específicos.
- Acompañamiento a estudiantes nuevos para facilitar su integración al grupo y a la escuela.
- Campañas de cuidado y respeto en el recreo (juegos incluyentes, mediación de pequeños conflictos, apoyo a quienes se quedan solos).
Estas acciones pueden vincularse con Formación Cívica y Ética, Educación Socioemocional y Educación Física (juegos cooperativos).
Cómo organizar el voluntariado escolar paso a paso
Aunque cada contexto es distinto, se pueden considerar algunas etapas básicas para estructurar la experiencia de voluntariado en torno al 5 de diciembre.
1. Diagnóstico participativo
- Conversar con el grupo sobre qué situaciones de la escuela o comunidad les inquietan.
- Elaborar listas de problemas y priorizarlos con criterios de impacto, posibilidad de intervención y seguridad.
- Registrar acuerdos en lenguaje claro y accesible para todo el alumnado.
2. Planeación conjunta
- Definir un objetivo del proyecto en lenguaje sencillo: “Queremos…”
- Organizar tareas y roles: responsables de registro, de materiales, de difusión dentro de la escuela, etc.
- Identificar qué contenidos curriculares pueden reforzarse con la experiencia.
3. Acción y acompañamiento
- Cuidar que las tareas sean adecuadas a la edad y condiciones de cada estudiante.
- Promover el trabajo en equipo y la solución pacífica de conflictos.
- Registrar lo que va ocurriendo mediante fotos (respetando la normatividad y la privacidad), diarios de clase, dibujos o listas de observación.
4. Cierre y reflexión
- Dedicar al menos una sesión a conversar sobre lo vivido: ¿qué aprendimos?, ¿qué nos sorprendió?, ¿qué haríamos distinto?
- Relacionar la experiencia con conceptos de ciudadanía, derechos, deberes, participación y solidaridad.
- Valorar el impacto del proyecto en la dinámica del grupo y de la escuela.
Evaluar el voluntariado más allá de la calificación
El voluntariado escolar es una oportunidad para avanzar hacia una evaluación formativa. Más que asignar una nota numérica por “participar”, se pueden observar procesos y actitudes.
Algunos aspectos a considerar son:
- Capacidad para trabajar en equipo y respetar acuerdos.
- Responsabilidad en el cumplimiento de tareas asumidas.
- Iniciativa para proponer soluciones y mejorar la organización.
- Reflexiones expresadas de forma oral o escrita sobre la experiencia.
Estas evidencias pueden incorporarse a los registros de observación, portafolios de trabajo y diarios de clase, enriqueciendo la valoración integral del desarrollo del alumnado.

